La declaración de un candidato presidencial, de realizar compras al extra-sistema con el fin de dar resolución a las listas de espera, demuestra el direccionamiento ideológico de su campaña.
Es conocido por todos quienes trabajamos en los hospitales públicos, y que además hemos tenido roles de gestión clínica, que la compra a privados solo despotencia los equipos clínicos y disminuye la capacidad instalada.
Peor aún, dichas compras, llevan los dineros públicos a las arcas de empresas de salud que actúan en un mercado altamente desregulado, con integración vertical y selección de pacientes no costosos (lo ocurrido con isapre Masvida y sus prestadores es el mejor ejemplo).
Por el contrario, el potenciamiento de lo público, dentro del marco regulatorio vigente, es posible mediante una política constante en mejorías en gestión y aumento de los recursos financieros disponibles para el sector público de salud. Lo anterior generará una mejora en la capacidad instalada, y por ende, la permanencia en el tiempo de ella, más allá de un gobierno o dos y trasunta, por tanto, una dirección de Estado.
Como sociedad ya hemos aprendido las consecuencias de mercados desregulados como ha ocurrido en áreas tan sensibles como educación, pensiones y recientemente agua potable y electricidad: falta de calidad de los privados, sin respuesta a las necesidades desde la población.
Es preocupante por tanto, que la declaración de principios de uno de los candidatos presidenciales sea profundizar la salud de los chilenos en esa dirección, asegurando ganancias para algunos, sin garantizar un buen servicio ni menos la satisfacción de las necesidades en salud.
Esta decisión, si no fuera ideológica, no sería explicable, lo que resulta curioso para una candidatura que desea hacer gala de los resultados, descartando que tenga una ideología de por medio.
Dr. Pablo Salinas C – Neurólogo
Presidente Regional Santiago
Colegio Médico de Chile (A.G.)
Profesor Asistente de Neurología U. de Chile
Hospital Clínico San Borja Arriarán