Esta situación, propiciada por los últimos tres gobiernos, ha generado dinámicas de relación que desvirtúan el trabajo médico minimizándolo solo a un servicio tarificado, sin exigencias claras de calidad, cumplimiento horario, ni menos protección laboral a los médicos que trabajan para estas sociedades.

Resulta injusto, que por este modelo de contratación, se haga mención de todos los médicos que trabajamos en el sistema público de salud, cumpliendo honradamente y de la mejor manera nuestras labores, cuando es sabido que esta metodología de trabajo no es transversal y solo se aplica en algunos problemas de salud específicos, en que los estímulos que contempla el marco legal público no alcanzan a cubrir necesariamente las expectativas de los equipos clínicos.

Es necesario también reconocer nuestra falla como gremio al haber tolerado que parte de nosotros hayamos participado en este modelo de tercerización, que está demostrando sus desventajas para el sistema público y los colegas que trabajan para estos grupos, y que desde ya comenzamos a subsanar, al visibilizar el problema.

Toda esta situación indefectiblemente debe llevarnos a la reflexión de lo necesario que es crear un nuevo marco legal que regule la relación del médico con el estado: la creación de una nueva ley médica que instale una carrera pública única, y que considere el inicio de la formación en pregrado, con el desempeño en el nivel primario de atención o formación  inmediata, y luego la incorporación al escalafón público, con estímulos que fortalezcan la profesión en todos sus ámbitos y el sistema público en su conjunto.

Mientras iniciemos el trabajo de construcción de esta idea, la existencia de estos modelos seguirá siendo poco provechoso para todos, por lo que la instalación progresiva de grupos en unión temporal de prestadores, que se relacionen con el estado y sean funcionarios públicos, puede dar una buena salida momentánea, al permitir una negociación directa con la entidad pública, manteniendo mecanismos directos de revisión y control de las tareas desempeñadas, evitando así la tercerización.

Reiteramos por tanto el rechazo a las declaraciones de la Directora de FONASA e invitamos desde ya a todos los médicos al trabajo de reflexión y creación que debería llevarnos a plantear el nacimiento de una nueva ley médica.

¡Un afectuosos saludo a tod@s!