Serán 700 las internas del recinto penitenciario, que recibirán atención médica. La iniciativa es parte de la campaña “Por la salud de las mujeres” que lleva adelante la entidad gremial.
Voluntarios, voluntarias, diversas organizaciones médicas y los ministerios de Salud, Mujer y Equidad de Género, y Justicia y Derechos Humanos, se sumaron al operativo.
Un grupo de voluntarios y voluntarias del área de la salud llega al Recinto Penitenciario Femenino San Miguel. Es sábado 4 de marzo y el reloj aún no marca las 9 de la mañana. Puede que exista sueño y cansancio, pero sobre todo la sensación general es de entusiasmo. Se nota en sus rostros, en la conversación, en el interés demostrado en días previos.
Entusiasmo y responsabilidad. Porque su misión no será menor: evaluar sanitariamente a 700 internas del recinto; el primer y necesario paso para una serie de operativos que se tiene contemplado en aquel centro de detención.
Su organización, encabezada por el Departamento de Género y Derechos Humanos del Colegio Médico de Santiago, en conjunto con Gendarmería de Chile, requirió meses de trabajo conjunto, al cual se sumaron voluntades de diferentes organizaciones médicas – en especial feministas – e incluso, posteriormente, carteras ministeriales.
“Pretendemos establecer un programa que no sea un operativo puntual” aseguró en concurrido punto de prensa la presidenta de Colmed Santiago, Dra. Francisca Crispi. “Hoy se aplican 700 fichas a 700 mujeres privadas de libertad para poder conocer sus necesidades de salud y establecer un programa de atención continuo que se pueda mantener en el tiempo”, aclaró.
“Estamos muy cercanos a la conmemoración del 8M y este año lo hemos querido conmemorar con el lema “Por la salud de las mujeres”. Nos queremos hacer cargo, como institución, como Colegio Médico, de la salud postergada de las mujeres; y aquellas privadas de libertad son un grupo en el cual hay especial falta de acceso a la salud, por lo que hoy estamos muy felices de dar inicio a este programa”, concluyó.
Complementa la idea, por su parte, una de las organizadoras de la iniciativa, la presidenta del Departamento de Género y Derechos Humanos de Colmed Santiago, Dra. Gisela Viveros: “La idea de hoy es hacer una atención de diagnóstico, saber a qué nos estamos enfrentando porque en general, como existe una atención de salud más precaria, queremos hacer un enfoque tal como se hace en cualquier centro de atención de salud del país. Y poder después, durante el mes de marzo, juntarnos a analizar estos datos y planificar las intervenciones que son de largo plazo”.
Rol de voluntarios y voluntarias
Fueron el pilar fundamental de esta jornada inicial de trabajo y sin dudas lo serán en el futuro. “El primer día ha sido de mucho movimiento, pero los voluntarios y voluntarias están con una intención de poder entregar una atención digna, con respeto, con enfoque de Derechos Humanos y creo que eso marca la diferencia”, aseguró la Dra. Viveros.
Voluntariado que surgió desde una convocatoria abierta elaborada por el Colegio Médico de Santiago, no sólo dirigida a sus colegiados y colegiadas, sino a diferentes profesionales de la salud. El interés fue inmediato.
Además, se contó con el respaldo de diversas agrupaciones y asociaciones médicas, como Médicos Generales de Zona, Médicas Feministas Chile, Dra. Mamá, Ginecólogas Chile; y el Colegio Médico de Chile, a través de su Departamento de Género y Salud, y el Departamento de Derechos Humanos.
La Dra. Adriana Carval, voluntaria en el primer bloque de trabajo, relata su experiencia: “Ha sido muy buena. Las internas están muy agradecidas y en realidad se nota porque nos quieren contar todo lo que les falta. Están muy agradecidas que podamos hacer esto, porque están muy necesitadas de atención médica”.
Impresión que también comparte su compañero de turno, el Dr. Anderson Monroy: “Es una iniciativa distinta, que no se ve habitualmente. Estando acá nos damos cuenta que es una población de riesgo y que tienen muchas falencias, tanto en atenciones de medicina preventivas como en morbilidades que no son vistas”
Apoyo de las autoridades
“Que hayan participado el ministro de Justicia, la ministra de Salud y la ministra de la Mujer, demuestra que este es un problema integral y que la solución debe ser con una mirada multisectorial”, comentó durante la jornada el presidente del Colegio Médico de Chile, Dr. Patricio Meza.
“Estamos muy contentos y quedamos de hacer reuniones a la brevedad, para justamente discutir las distintas estrategias destinadas a mejorar el acceso de salud de las mujeres privadas de libertad”, confidenció.
Línea de trabajo que fue respaldada por las autoridades presentes. Mejorar las condiciones de salud en los recintos penitenciarios, es un compromiso de este gobierno se aseguró en la oportunidad.
“Todas las personas tienen dignidad y derecho a la salud. Y es lo que nos preocupa a nosotros, que realmente logremos avanzar en ese derecho en todas las personas independiente de su condición” indicó en punto de prensa la ministra de Salud, Dra. Ximena Aguilera.
Su par de Justicia, en tanto, Luis Cordero, apuntó a la necesidad de generar políticas de largo plazo en la materia. “La sociedad civil es extremadamente relevante. La participación del Colegio Médico y las agrupaciones que están acá presentes lo evidencian; pero esto no es sostenible con sólo con el voluntariado, sino con una política pública estable y permanente, y ese es el compromiso”.
Similar opinión entregó la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana: “Agradecemos mucho la iniciativa que ha coordinado el Colegio Médico con otras agrupaciones. Estamos comprometidas con la salud de todas las mujeres, pero en especial con los derechos de las privadas de libertad; y dentro de ellas – en específico – de las madres privadas de libertad”.
Declaraciones que se realizaron tras conversar con las internas beneficiadas y el equipo médico a cargo de operativo. “La atención debe ser adecuada. Y eso es lo que se está buscado”, comentó en el recinto, el director de Gendarmería de Chile, Sebastián Urra.
+++
13.00 horas del sábado 4 de marzo y un nuevo grupo de voluntarios y voluntarias del área de la salud llega al Recinto Penitenciario Femenino San Miguel. La sensación general es de entusiasmo. Se nota en sus rostros, en la conversación, en el interés demostrado en días previos.
Se trata de un segundo turno, el trabajo para ellos recién comienza. El operativo de salud penitenciaria “Por la salud de las mujeres” en tanto se convierte en realidad.