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La Dra. Francisca Tala, médica del CESFAM Dr. Salvador Allende Gossens y seleccionada nacional de hockey césped “ Las Diablas”, es un claro ejemplo de cómo la disciplina y la pasión pueden hacer convivir dos mundos tan exigentes como la medicina y el deporte de alto rendimiento.
Desde temprana edad, la Dra. Tala desarrolló el amor tanto por la medicina como por el hockey, influenciada por su entorno familiar ya que su abuelo José Zacarías (quien fue futbolista de la Universidad de Chile durante la década de 1950), también obtuvo su título de médico en la misma institución. La pasión por el deporte y dedicación a las ciencias de la salud marcaron profundamente su vida.
Su carrera deportiva despegó en 2012, cuando debutó en el Campeonato Panamericano Junior, y dos años después, en 2014, hizo su primera aparición en la categoría senior en un torneo de cuatro naciones celebrado en Santiago.
A lo largo de su trayectoria, ha representado a Chile en torneos de alto nivel, como los Juegos Sudamericanos de Santiago 2014 y Cochabamba 2018, donde el equipo obtuvo medallas de plata y bronce, respectivamente. Además, fue parte del equipo que logró una histórica medalla de plata en la Copa Panamericana de 2017, luego de una épica victoria sobre Estados Unidos en semifinales. Sin embargo, uno de los hitos más recordados de su carrera ocurrió en el Mundial de Hockey Césped 2022, donde marcó un gol clave para el equipo chileno. Más recientemente, en los Juegos Panamericanos Santiago 2023, colaboró en la obtención de la medalla de bronce para Chile.
Pero la Dra. Tala no solo se destaca en la cancha. En su rol como médica en el CESFAM Dr. Salvador Allende Gossens, ha demostrado un compromiso inquebrantable con sus pacientes y la comunidad ya que lidera un taller de hockey para niños y niñas vulnerables, un espacio donde utiliza el deporte como una herramienta para la prevención y el desarrollo integral. “No sólo tenemos que promover la salud en cuanto a la medicina tradicional, sino también en la prevención”, comentó.
Es así como su compromiso con la salud pública también la ha llevado a formar parte de la Agrupación de Médicos Generales de Zona del Servicio de Salud Metropolitano Norte, un espacio clave para fortalecer la atención primaria y acercar la medicina a las comunidades.
Compatibilizar dos áreas tan demandantes no ha sido fácil, pero la Dra. Tala lo ha logrado con una admirable capacidad de organización y apoyo de su entorno. “Nunca vi imposible estudiar medicina y ser deportista porque siempre lo disfruté”, señala. A pesar de los desafíos, destaca el respaldo que ha recibido de su equipo de trabajo: “Tengo mucha suerte de tener un servicio de salud que me acompaña, una municipalidad que me apoya y directores que flexibilizan mi horario para que pueda entrenar y cumplir con mi jornada laboral”.
El taller de hockey que dirige ha sido una experiencia transformadora no solo para los niños y niñas participantes, sino también para ella. “Muchos de los niños vienen derivados por el equipo de salud mental o por orden judicial, y han encontrado en el deporte una herramienta para mejorar su concentración y fortalecer su autoestima”, explica.
El impacto ha sido tan positivo que la Dra. Tala no planea detener esta iniciativa: “Por ahora no tengo intención de frenarlo. Mientras pueda hacerlo, seguiré dedicando tiempo para este taller”.
La facultativa comparte, además, un consejo para quienes desean combinar sus pasiones con una carrera tan exigente como la medicina: “Es muy importante hacerlo porque te gusta, porque si lo haces obligado, pierdes la motivación. La disciplina, el orden y el amor por lo que haces son fundamentales para que ambos mundos funcionen”.
La Dra. Francisca Tala es un ejemplo inspirador tanto para sus colegas médicos como para las nuevas generaciones de deportistas. Su historia refleja cómo la disciplina, la pasión y un claro sentido de propósito pueden converger para lograr un equilibrio exitoso entre dos vocaciones altamente demandantes. A través de su labor médica en el CESFAM Dr. Salvador Allende Gossens y su destacada participación en la selección nacional de hockey césped, contribuye no solo al desarrollo del deporte nacional, sino también al bienestar y la salud de su comunidad. Con la mirada puesta en el futuro, sus próximos desafíos incluyen especializarse en ginecología y trabajar por un lugar en los Juegos Olímpicos de 2028, donde espera representar con orgullo a todo un continente.