Desde el Capítulo Medico del recinto, aseguran que existe demora por parte de las autoridades, en función de generar mejores condiciones de trabajo a cinco meses del siniestro. “Es inviable atender a la gente en estas condiciones”, asegura su presidenta Dra. Mónica Campos.
Sábado 30 de enero. Cuando el reloj marcaba las 7.00 de la mañana, una alarma irrumpe en los principales cuarteles de bomberos de la Región Metropolitana. El llamado no era menor, se trataba de una alerta de incendio proveniente desde un recinto hospitalario: El emblemático San Borja Arriarán.
De ahí en más, el caos. Imágenes que fueron transmitidas en directo por los canales de televisión, que daban cuenta la real magnitud de la emergencia. Primero el humo y luego las llamas, que consumían, principalmente, el Centro de Diagnóstico y Tratamiento del recinto. Área que otorgaba en aquel entonces atención de especialidades a cerca de 4 mil personas al día.
Gracias a la acción de bomberos y del personal del Hospital, la totalidad de los pacientes que se encontraban hospitalizados, unos 350 en total, fueron trasladados a zonas seguras.
A cinco meses del incendio trabajadores y trabajadoras del recinto intentan volver a su rutina. No hay tiempo de adaptación, pues las exigencias son mayores. Por un lado las consecuencias en infraestructura que trajo consigo la emergencia; y por otro, enfrentar diariamente un escenario pandémico que se ha extendido en demasía.
“Esto es bastante complejo porque todas las especialidades, la farmacia, los pabellones ambulatorios, todo se ha perdido. Y estamos en la más mínima expresión”, comenta la Dra. Mónica Campos, presidenta del Capítulo Médico del Hospital San Borja Arriarán.
Según la dirigenta, las respuestas para revertir aquel déficit han tardado en llegar. Aún hoy en día, incluso, especialistas en distintas áreas deben brindar atención médica en carpas y contáiners, instalados al aire libre en la zona de estacionamientos del hospital. Situación que se tornó insostenible, asegura.
“Si bien el Hospital ha concentrado toda su energía; los funcionarios y todos, nos hemos esforzado más de lo humanamente posible en levantar espacios para atender. No damos abasto”, confiesa la Dra. Campos.
Al tanto de la situación y tras conocer en terreno las denuncias, la presidenta de Colmed Santiago, Dra. Francisca Crispi aseguró: “Desde el Colegio Médico de Santiago queremos entregar todo nuestro apoyo a los funcionarios y funcionarias del Hospital San Borja Arriarán que han realizado enormes esfuerzos para poder seguir atendiendo en estas condiciones luego de un incendio, en la mitad de la pandemia. Todo el personal sigue haciendo esfuerzos sobrehumanos que tenemos que acompañar de recursos para que el Hospital pueda rearmarse y continuar realizando las atenciones que toda la población del sector necesita”
Llamado al Ministerio de Salud
“En estos momentos se está realizando aproximadamente el 30% de atención del Centro de Diagnóstico y Tratamiento”, comenta la vicepresidenta del Capítulo Médico del Hospital San Borja Arriarán, Dra. Ana María Quiroga. “Es bajísimo, aún tenemos a mucha gente sin atender”, complementa.
Realidad cuyas consecuencias no dejan de ser preocupantes, dado el rol clave que cumple el mencionado recinto en la red de salud de la Región Metropolitana. Tiene a cargo brindar atención médica a una población estimada de 1 millón 400 mil habitantes de la zona centro de la capital.
En tal sentido, desde el mencionado organismo gremial, realizan un enérgico llamado al ministro de Salud, Dr. Enrique Paris, quien hace un par de semanas, señaló en el programa Estado Nacional de TVN: “Hemos arreglado el Hospital San Borja Arriarán que sufrió un incendio y abriremos más camas Covid”.
“Lo invitamos con claridad y trasparencia”, indica la Dra. Mónica Campos. “Nosotros nos vamos a encargar de que se informe bien. El Hospital sin dudas, está habilitado para atender pacientes Covid; pero todo el entorno, es una tragedia, una batalla, es como estar en Vietnam”, finalizó.
Reubicación de las especialidades
La solicitud es fuerte y clara: Iniciar lo antes posible las obras de reconstrucción, que permitan, dentro de un plazo razonable, contar con la infraestructura necesaria, que haga honor a la centenaria – y destacada – historia del establecimiento.
“Mira han pasado 5 meses y aún no se ha removido una lata del lugar que se quemó”. Asegura con preocupación la Dra. Ana María Quiroga. “Los dineros que se necesitan, tienen que salir a la brevedad”, complementa por su parte la Dra. Mónica Campos.
Exigencia de mediano plazo que se entrelaza con otra solicitud, igual o más urgente y de carácter inmediato: reubicar la atención de especialidades en sitios o recintos de carácter municipal. Trabajo que hoy día se desarrolla a la intemperie, en el estacionamiento del Hospital.
Uno de ellos, recomiendan desde el mencionado Capítulo Médico, un moderno Cesfam, recién construido, situado en Avenida Matta a sólo cuadras de la zona siniestrada.
Además, las dirigentes llaman a la Municipalidad de Santiago, a facilitar espacios comunales para erigir dos Hospitales Modulares; que permitan albergar una Urgencia Infantil y el Instituto Chileno Japonés de Enfermedades Digestivas, ambas áreas destruidas por el incendio.
Colaboración con el gobierno comunal, en el que aún mantienen esperanzas. Las mismas que mueven a todos los funcionarios y funcionarias del Hospital San Borja Arriarán, tal como reflexiona la Dra. Ana María Quiroga: “Nuestro personal, lo ha dado todo. Hasta la vida te diré. Y vamos a seguir dándolo, porque para eso concebimos esta profesión”.