En una jornada dedicada a la reflexión, el Colegio Médico de Santiago realizó durante la tarde de este miércoles 13 de septiembre la ceremonia de conmemoración por los 50 años del Golpe de Estado en Chile, organizada por el Departamento de Género y Derechos Humanos.
En la instancia, se realizaron homenajes a distintos integrantes de la comunidad, entre ellos, al ex presidente, Dr. Salvador Allende, quien fue presidente del Colegio Médico de Chile, senador y ministro de Salubridad en el gobierno de Pedro Aguirre Cerda (1939 – 1942), y se ahondó en la importancia de su formación médica para su desarrollo como figura política.
También se homenajeó a médicos que fueron víctimas de violaciones a los DD.HH. en dictadura, entre ellos, el Dr. Patricio Bustos, la Dra. Cecilia Bottai y el Dr. Gunter Selmann, a través de distintos videos en que se conocieron sus experiencias, procesos de reparación y su aporte desde la profesión tanto en la búsqueda de Detenidos Desaparecidos como en el retorno a la democracia.
Luego, se inauguró una placa conmemorativa instalada en la Sede Regional en la que el Colmed Santiago reafirma su compromiso irrestricto con el respeto a los DD.HH, la defensa de la verdad, la justicia y la democracia, y se plantó un ejemplar del Peumo, árbol nativo que simboliza la limpieza del aire tóxico y contaminado.
En la ceremonia, además se abordó el rol que tuvo el Colegio Médico en este período, que de acuerdo con una entrega previa de la Comisión de Verdad y Memoria de COLMED “colaboró con la dictadura cívico-militar de diferentes maneras”. Al respecto, la presidenta del Colmed Santiago, Dra. Francisca Crispi, expresó que se trata de una “historia dolorosa que quisiéramos que no existiera, pero que tenemos que ser capaces de mirar y reconocer para desde ahí, desde esa experiencia traumática y las consecuencias que nos acompañan hasta hoy, renovar nuestro compromiso con el Nunca Más. No como un ejercicio retórico que nos devuelva el pasado, sino como una convicción de presente. Nunca más volver a cometer los errores del pasado. Nunca más darle la espalda a las víctimas. Nunca más apoyar o justificar el quiebre de la democracia. Nunca más un miembro de nuestras filas participando del horror de la tortura”.
“Nunca más mirarnos como enemigos. Nunca más que las diferencias nos lleven a enfrentarnos hasta tal punto de deshumanización. Nunca más poner nuestras legítimas diferencias por sobre el sentido de comunidad y respeto mutuo. La placa que inauguramos habla de compromiso y esperanza. Esperanza de que los hechos que han enlutado a nuestro país nunca más se repitan. Porque aunque tengamos la convicción de que no hay nada que justifique los horrores cometidos durante la dictadura, sabemos que la democracia y el entendimiento son un ejercicio permanente, a veces de renuncia, y que no basta sólo con declarar, sino que tenemos que repetir permanentemente en todos los espacios“.
En la misma línea, el presidente del Colegio Médico de Chile, Dr. Patricio Meza, manifestó que los relatos expuestos “nos deben a comprometer y crear la convicción absoluta de que lo importante es, al escucharlos, como institución y como sociedad, como personas, que cada uno de nosotros tiene que hacer lo imposible porque hechos de esta naturaleza jamás volvamos a vivir en nuestro país. Además, creemos que instancias como estas son fundamentales para que tengamos constantemente en el recuerdo este tipo de situaciones y podamos construir una institución que nos llene de orgullo, que siempre esté apegada al respeto y al desarrollo de la defensa de los derechos humanos”.
Por su parte, la Dra. Gisela Viveros, presidenta del Departamento de Género y Derechos Humanos de Colmed Santiago, sostuvo: “De manera simbólica, hemos querido dejar esta placa de compromiso y este árbol del Peumo, que simboliza la limpieza del aire tóxico y contaminado que respira nuestro país desde ese fatídico 11 de septiembre de 1973, que desde nuestra labor en derechos humanos queremos transformar en aire puro y limpio, para que las nuevas generaciones de médicos y médicas no olviden jamás el profundo rol social de nuestra profesión y nuestro compromiso irrestricto con los derechos humanos, la vida y la libertad”.
