Una tarde de encuentro, conversaciones e intercambio de experiencias, con rica comida y música entretenida de fondo, fue la que se vivió este viernes 20 de octubre en el Club Médico durante el cóctel para equipos de salud organizado por el Colegio Médico de Santiago.
El evento fue organizado con el propósito de reconocer y agradecer el trabajo y compromiso de los trabajadores de salud durante la pasada Campaña de Invierno, donde la circulación de virus respiratorios aumentó al doble del año pasado y se convirtió en un desafío sin precedentes en la pediatría.
En la instancia, la presidenta del Colegio Médico de Santiago, Dra. Francisca Crispi, expresó: «Estamos muy felices con nuestra Mesa Directiva de estar hoy día con ustedes porque la campaña de invierno estuvo especialmente difícil y como Consejo Regional nos pusimos a disposición, como todos ustedes, de la contingencia. Estuvimos en todos los centros pediátricos de la Región Metropolitana, vimos sus caras de cansancio y hoy esta pequeña celebración es para expresar la admiración que siente su Consejo Regional de la labor desempeñada durante la campaña de invierno«.
«Este año fue especialmente difícil y gracias a ustedes toda la red de salud respondió a la contingencia. Y también me gustaría destacar el trabajo colaborativo que tuvimos con Sochipe, Sochinf, Sochimi, con los jefes de Urgencia de toda la Región Metropolitana con quienes nos reunimos semana a semana para ver las necesidades de la red, creo que esa colaboración tenemos que mantenerla entre las distintas instituciones y esa también es nuestra disposición, a seguir trabajando en su conjunto, y que ustedes vean a su Colegio Médico a disposición de apoyo en los momentos difíciles y celebración de los hitos cuando salen bien y logramos responder a los desafíos sanitarios», complementó.
El presidente de la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe), Dr. Jorge Fabres, relató cómo se vivió la mencionada contingencia desde la organización: «Hubo una demanda tremenda en los servicios de urgencia, en los hospitalizados, en las UCI, entonces nuestra posición fue, como sociedad científica, ponernos al servicio de lo que estaba pasando. Participamos activamente en las reuniones semanales que el Ministerio de Salud empezó a hacer con representantes de distintas áreas y decidimos también tener un rol activo comunicando riesgos, comunicando lo que estaba pasando, aportando con lo que se proponía para los cuidados. Los pediatras nos escribían de provincia, de Santiago, sobre toda la carga que estaban teniendo. Por eso, este nos parece un estímulo súper importante, porque es un reconocimiento de los pares hacia la actividad, porque se trabajó harto, la gente tuvo harto harto trabajo».
Por su parte, la Dra. Susan Castillo, jefa de la Unidad de Emergencias del Hospital Roberto del Río, expresó que «fue una campaña de invierno intensa, compleja, con una demanda muy alta como hace muchos años no se veía. Creo que el equipo de la Unidad de Emergencia se portó a la altura, a pesar del cansancio, de que se enfermaron y trabajaron, respondieron para las niñas, niños y adolescentes que llegaron a la unidad. Yo estoy orgullosa de todo corazón, fue súper complejo, pero lo sacamos adelante. El poder saber que no falleció ningún paciente, que logramos conseguir una UPC a todo el que necesitaba y que todos tuvieron su camita, su cunita, y un poquito de acogida para los papás y mamás. Por eso, me parece muy necesario que se hagan estas actividades que permitan reconocer la actividad de la gente que trabaja».
La Dra. Aída Solís, jefa del CR de Emergencia del Hospital Exequiel González Cortés, también compartió su experiencia desde el recinto de salud: «La campaña de invierno fue intempestiva, partió de un día para otro, fue extremadamente intensa, tuvimos que hacer una reorganización completa del hospital y del servicio, todos nos pusimos las pilas para dar la mejor atención posible, redistribuimos flujos, redistribuimos camas, redistribuimos recursos. Hasta el pabellón, que uno piensa que está tan lejano a la atención de urgencias, atendió pacientes gravemente enfermos. Se hospitalizaron niños en los pabellones, se ventilaron niños en el pabellón, se ventilaron niños en la Urgencia, nosotros teníamos 10 camas que eran extensibles hasta 30, pero quedamos súper satisfechos, porque si bien fue intensa y bien grave, fuimos capaces de dar respuesta, yo diría que esa es la experiencia nuestra«.
En la misma línea, el Dr. Mauricio Muñoz, subdirector Médico del Hospital El Pino, manifestó: «Fue un desafío importante porque nuestra población es de las poblaciones más vulnerables que existen en Santiago sur. Nuestra Pediatría lo vivió intensamente, nosotros somos un hospital mixto, de manera que nuestra Urgencia Adulto nos dio enseñanzas en la pandemia de cómo trabajar en equipo, cómo tener procesos, cómo tener equipos que tomen decisiones día a día según las circunstancias, pero más importante, poner algunos números o rúbricas que sean indicadores para tomar decisiones, como por ejemplo, ocupación de camas o falta de insumos. Y eso lo fuimos aplicando en el área pediátrica, donde la demanda fue intensa. Nuestro hospital base, el Hospital Exequiel González Cortés, también estaba en la misma situación, por lo que hicimos una alianza muy buena en que lo apoyamos creando unidades de cama UTI. El Hospital El Pino creó 17 y llegamos a tener hasta 22 camas UTI. En resumen, lo vivimos con una tremenda responsabilidad, pero sobre todo como una oportunidad para que un hospital, que tenía una Pediatría de Urgencia y una Pediatría de nivel de complejidad intermedia se haya complejizado a nivel de tratamiento intensivo. Creo que a pesar de que fue intensa, estamos satisfechos de que nuestros pacientes hayan estado bien y hayan tenido una atención como corresponde».
Dentro de los asistentes, el Dr. Nicolás Muñoz, médico general, relató que «en un principio yo estaba trabajando en un Cesfam y, a mediados de junio, nos comenzaron a llegar hartos casos, sobre todo infantil, muchos niños con urgencias respiratorias, hubo mucho problema del colapso que pasó este año por la Influenza. Luego yo me fui a trabajar al Hospital El Carmen que también fue súper demandante el tema de la atención entonces en un momento lo vivimos un poco complejo, pero con la campaña de vacunación que se realizó, que tuvo harta adherencia, mejoró algo la situación».
En tanto, el Dr. Hans Vargas, quien se desempeña en el SAPU del Cesfam de La Pintana recordó que en esa área «es donde más fácil llegaban los pacientes. Los más complicado siempre eran los bebés, los menores de 2 años, que siempre hacen patologías respiratorias más avanzadas. Allá siempre tenemos limitaciones con respecto a medicamentos o tratamientos que podemos dar a nivel local y los más complicados siempre los tenemos que derivar al hospital, que también se colapsó en esa época. Fue duro y afortunadamente la situación se ha calmado, por lo que agradezco esta actividades, me parecen muy interesantes y entretenidas«.