A partir de este lunes 28 de septiembre comenzaron a realizarse las Jornadas Iberoamericanas Virtuales: Coronavirus y Salud Pública. Lecciones y Retos para los sistemas de Salud, organizadas por la Red Iberoamericana Ministerial de Aprendizaje e Investigación en Salud (RIMAIS), la Escuela Andaluza de Salud Pública y el Instituto de Salud Carlos III con el apoyo de la Secretaria General Iberoamericana y la representación de la OPS/OMS.

El tema seleccionado para la primera mesa de discusión fue Medicina familiar y comunitaria y Determinación Social de Salud en pandemia por COVID-19 en Chile y tuvo como objetivo analizar el papel de las y los médicos familiares y comunitarios en la construcción social/colectiva de la salud en tiempos de pandemia, desde la óptica de la Determinación Social de Salud como paradigma crítico.

Con más de 400 mil casos de contagios, una alta tasa de contagio por millón de habitante   más de 12 mil fallecidos por Covid en nuestro país, el trabajo analiza el escenario en el que se ha desarrollado la emergencia sanitaria en Chile. En él se explica dicha situación debido a una política centrada en el nivel hospitalario, descuidando el importante abordaje desde la atención primaria de salud (APS) y su necesaria interrelación con la comunidad, lo que permite un buen control de los contagios. La situación de inequidad queda en evidencia, por ejemplo, en la desigualdad en la mortalidad ajustada por COVID-19, con una diferencia es de más de 5 veces entre las comunas de menores y mayores ingresos del Gran Santiago.

El trabajo concluye que los aprendizajes obtenidos con esta crisis sanitaria mundial son, entre otros:

• Para enfrentar estos problemas, se requiere una profunda transformación del sistema de salud chileno, con una provisión de servicios de calidad en la red asistencial pública, que se oriente desde una perspectiva multisectorial, considerando la determinación social de salud, para resolver de forma integral los problemas de salud de la población.

• El rol que debe jugar la medicina familiar y comunitaria en el contexto de la APS, sobre las políticas sanitarias y sociales es fundamental para lograr la contención de esta crisis epidémica, por medio de una robusta gestión clínica y territorial desde los establecimientos, favoreciendo la respuesta ante la COVID-19, con una estrategia organizada, participativa y eficiente de TTA (Testeo, Trazabilidad y Aislamiento). Debiéndose avanzar en una política que fortalezca la incorporación y permanencia de los/as médicos/as y otros/as trabajadores de salud, estableciendo una perspectiva que asegure la longitudinalidad en la atención.

• Estas propuestas van en el camino de terminar con la desigualdad en el nivel y calidad de vida, así como con la exclusión social, que golpea a la mayoría de la población. Avanzando hacia un Servicio Nacional de Salud (sin discriminaciones por edad, sexo, enfermedades, condición socioeconómica, entre otras), acompañada de una AP robusta.