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Desde su refundación, en el año 2011, el Depto. de DD. HH. del Colmed ha recibido ininterrumpidamente denuncias sobre “tratos crueles, inhumanos, degradantes y tortura”. A partir del 18 de octubre, de la mano del estallido social que vive nuestro país, la cifra creció exponencialmente y la entidad adquirió un rol clave en esta situación que ha sido definida como una “crisis sanitaria”.
Compuesto por un equipo multidisciplinario que incorpora a médicos, psicólogos y un administrador público, el Departamento se ha capacitado durante años en el Protocolo de Estambul y en materias relativas a los Derechos Fundamentales.
El Dr. Enrique Morales es su presidente y ha hecho reiterados llamados a las autoridades de Salud y de Gobierno a detener los abusos –por parte de las Fuerzas de Orden u Seguridad- en contra de los ciudadanos que se manifiestan y a tomar medidas para que no siga habiendo personas lesionadas, en algunos casos con daños irreparables.
En esta entrevista en profundidad con la presidenta del Colegio Médico Santiago, Dra. Natalia Henríquez, se refiere al crucial trabajo que hoy por hoy realizan.
Dra. N. H: ¿Qué ámbitos de vulneración de los Derechos Humanos han identificado?
– Dr. E.M: Hay dos fuentes grandes: lo que hemos visto directamente y lo que hemos recibido desde las urgencias. Hay lesiones múltiples por balines, las más graves han sido en los ojos; una menor recibió un impacto en un muslo y que dañó un vaso sanguíneo importante y tuvo gran hemorragia; otras en el cuello y que lesionaron grandes vasos. También están las denuncias por disparos y golpizas por parte de agentes del Estado; los impactos de las lacrimógenas, no el impacto del gas sino el impacto del cartucho que genera fracturas o traumas importantes en distintas partes del cuerpo; la violencia sexual y violencia sicológica; y un ámbito que hemos relevado bastante es la retraumatización de personas que fueron víctimas de tortura durante la dictadura y que pertenecen al Prais.
El caso de los balines y de daño ocular grave ha impactado mucho porque supera todas las cifras nacionales. No hay en la historia de Chile una cifra similar a ésta, ni tampoco hay otro país que tenga tal nivel de daño ocular en tan corto tiempo. Incluso si lo sumáramos en totalidad superamos a cualquier país en el mundo. Eso es una catástrofe desde el punto de vista de la salud visual, lo que ha motivado al Colegio Médico, a la Sociedad de Oftalmología y a nosotros como Departamento a tratar de parar esto denunciándolo en todos los ámbitos que hemos podido, incluyendo medios de comunicación nacionales e internacionales donde denunciamos que esto va a quedar en la historia de nuestro país como una marca terrible, con más de 180 personas con daño ocular severo y decenas de personas que van a perder sus ojos. Tanto en términos físicos como sicológicos es un impacto terrible de lo cual las personas, sus familias y el sistema de salud van a tener que hacerse cargo.
Dra. N.H: Esto es una crisis sanitaria. Ustedes han intentado relevar este tema de Derechos Humanos y se le solicitó a representantes de Naciones Unidas y a representantes de la OMS – OPS, que se solicite detener el uso de estas armas llamadas “no letales”. Existe un protocolo de carabineros que explicita cómo debe aplicarse la fuerza por parte de Carabineros. Lamentablemente vemos que, el hecho que haya tantas personas mutiladas por trauma ocular o hayan perdido la vista, se aleja de todo tipo de procedimiento descrito. ¿Nos podrías explicar cómo debiese proceder? Hace unos días en el hospital Félix Bulnes dispararon lacrimógenas al lado de las ventanas donde se atienden neonatos y niños de escasa edad.
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