Vía El Mercurio
Durante el 2014 se emitieron 4,5 millones de licencias médicas, de las cuales 571.661 fueron objetadas y rechazadas. Desde la Asociación de Isapres, aseguran que el modelo actual está obsoleto y que se requieren cambios importantes.
Según cifras del promedio global del sistema de salud, una de cada seis licencias no es autorizada tal y como la prescribe el médico. Si vamos al detalle, en las isapres se refutan una de cada cuatro (entre rechazos y reducciones) y en Fonasa, en donde la cantidad es menor, una de cada 12 es objetada (entre rechazos y reducciones).
En palabras del superintendente de Seguridad Social, Claudio Reyes, explica los motivos de la diferencia entre ambos sistemas, “Está claro que en el caso de rechazos las isapres son más estrictas que Fonasa, lo que está influido por el carácter privado de ese sistema de salud, donde se generan excedentes. Los niveles no son extremadamente altos, aunque tasas que no superen el 10% se acercan más a una normalidad”.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes, tiene una mirada más crítica respecto al mecanismo actual, “Está obsoleto, mal concebido, y debe ser reformado. Y cada peso que consume el sistema de licencia es un peso menos que se destina a prestaciones médicas”.
Para el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, la diferencia parte en la manera de prescribir la licencia, “Uno como médico clínico siempre intenta dar el mejor tratamiento a su paciente, y por eso a veces los medicamentos son los más caros, y con el reposo pasa lo mismo. Pero lo que ocurre, si uno lo ve desde el punto de vista de la racionalización de los recursos, uno debería ocupar el medicamento, más costo efectivo, y en el caso del reposo, uno que sea el balance justo entre el descanso que se requiere y el costo para la sociedad que significa tener a personas sin trabajar por períodos muy largos”.
