Apoyar las iniciativas que nacen de los propios colegiados y colegiadas para fortalecer su quehacer es uno de los principales propósitos que impulsó la creación de los Fondos Concursables que el Colegio Médico de Santiago entrega cada año.
Dentro de las propuestas que se han adjudicado este financiamiento se encuentra «Uso de modelos de realidad virtual para optimizar la planificación preoperatoria y experiencia del paciente en cirugía de sarcomas complejos», presentada por el Dr. Jorge Cabrolier, especialista en el Instituto Traumatológico Dr. Teodoro Gebauer Weisser, que estuvo entre los ganadores de 2023.
Su autor, el Dr. Cabrolier, explica los detalles de la iniciativa: «Yo postulé al fondo para poder comprar todos los equipos que son necesarios para crear estos modelos: un computador para crear los modelos y un visor para visualizarlos. Con ellos, lo que hacemos es crear un modelo en realidad virtual de la estructura que queremos, de la pelvis, o un hueso en el brazo, por ejemplo, y eso lo que ocupamos para planificar nuestras cirugías. Esto nos permite proyectar de mejor manera por dónde irse al momento de operar, si es que el tumor está cerca de una arteria, de un nervio, de algo que hay que salvar, que no se pueda dañar, podemos tener una visión más clara de qué es lo que hay que realizar. Eso lo hacemos a partir de las mismas imágenes que se hacen los pacientes, que son las resonancias o los scanners, hacemos una reconstrucción en 3D».
El Dr. Cabrolier relata que el equipo, integrado por seis médicos, puso en marcha esta metodología en octubre del año pasado y que hasta el momento se ha aplicado con 10 pacientes. «Lo estamos ocupando con los casos en que tenemos dudas o que son más complejos, porque los modelos los tenemos que hacer nosotros mismos y eso también toma tiempo. Obviamente hay más ganancia cuando el caso es más complejo, porque uno saca más provecho de la planificación. Pero si tuviéramos el tiempo, o tuviéramos alguien dedicado exclusivamente a esto, se lo podríamos hacer a todos los pacientes».
Sobre los principales aportes y beneficios que les ha traído esta metodología, el Dr. Cabrolier relata: «Lo que hemos visto hasta ahora y nos ha servido a nosotros es que en el equipo, la mayoría de los miembros que hacemos este tipo de cirugías, somos todos cirujanos jóvenes, de menos de 35 años, que estamos en nuestros primeros años de carrera. Y en Medicina, en cirugía sobre todo, hay una curva de aprendizaje que en general, a medida que uno opera más, opera mejor hasta cierto punto; y sobre todo en los primeros años de carrera vale mucho para nosotros tener más información y poder entrar más confiados a operar. Tener una imagen en la cabeza de cuál es el plan nos da más confianza y se traduce en un mejor resultado para el paciente, está estudiado que hacer una buena planificación preoperatoria mejora los resultados para el paciente».
Además, agrega que esto también ha traído aportes a la hora de coordinar con otros equipos médicos: «En algunas de estas cirugías participan otras especialidades, entonces a la hora de coordinar equipos, comunicarse con los otros y decirles cuál es mi plan, explicarles qué es lo que yo quiero hacer, esta metodología es muy buena como una herramienta de comunicación, porque yo se los muestro y les queda mucho más claro cómo va a ser todo».
