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La discusión sobre campos clínicos no es nueva. Desde junio de 2017 se viene trabajando un reglamento por parte del ministerio de Salud que tiene por objetivo regularizar la distribución de estos espacios de formación profesional a las destinas universidades que imparten la carrera de Medicina.
Este hecho ha sido criticado por la falta de coordinación al momento de la designación, situación que va en directo perjuicio de la formación de estudiantes de medicina y técnicos en salud, quienes requieren de campos clínicos de calidad y seguros para el correcto desarrollo de la profesión.
En este sentido, el Dr. Camilo Bass, vicepresidente del CRS destacó que “es un tema de mucha importancia, y claramente faltan definiciones relevantes para su mejor coordinación. Han habido varias normativas, pero ninguna satisface los estándares de calidad.”
Sin embargo, algunas universidades han optado por crear sus propios espacios de simulación. “Tenemos campos en Santiago, Talca y Temuco, que simulan el acontecer de un campo clínico y tienen fantomas que se programan computacionalmente para que simulen ataques cardíacos, enfermedades, etc.”, comentó Teodoro Ribera, rector de la U. Autónoma de Chile.
En el caso particular de estos centros, la presidenta del CRS Dra. Natalia Henríquez agregó, “Una sala de simulación es un complemento para llegar con una mejor preparación a la práctica clínica, pero de ninguna forma reemplaza la complejidad del aprendizaje clínico práctico”.
Todas estas acciones que han adoptado las universidades vienen en respuesta a la lentitud por parte de la autoridad competente. “Nosotros lamentamos el retraso, porque esta norma, que si bien no es perfecta, es necesaria, ya que ordena una situación que durante muchos años estuvo desregulada”, comentó Manuel Kukuljan, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
A su vez, la subsecretaria de Redes Asistenciales Gloria Burgos aún no da luces de una solución definitiva, “Tenemos que enviarlo a Contraloría con esta mirada nueva, de fortalecer una relación más a mediano plazo entre los centros formadores y los centros asistenciales”. Dicho documento presentó algunas falencias, es por eso que aún no se ha podido resolver este problema.
“Esta nueva normativa aborda algunos aspectos interesantes en términos de intentar disminuir la preponderancia financiera de la decisión y se comienza abrir hacía la atención primaria. Este último punto es la gran deuda de la formación.”, señaló Dr. Camilo Bass, quien plantea –además- la necesidad de reforzar la formación de los profesionales de la salud en la primera línea. “La gran mayoría de las enfermedades se tratan, se controlan y se previenen en APS”, concluyó.
